Los invito a leer mi libro más reciente “EL VALOR DE MI TIEMPO” “Reflexiones y una hipótesis particular para su mejor uso”, en el cual expongo mi hipótesis, explico y reflexiono sobre que una persona instruida, reflexiva y consecuente sabe que el valor de su tiempo es unos de los factores más importantes en el desarrollo y progreso de su vida. Deberá saber que su utilización tiene al menos dos objetivos indiscutibles y axiomáticos. El primero y prioritario, el tiempo personal: de familia, de espiritualidad, de sociabilidad, de progreso y de disfrute. El segundo su tiempo profesional el cual le permitirá obtener los recursos económicos que requiere el primero. El equilibrio porcentual entre uno y otro es especialmente significativo porque de esta ponderación dependerá el éxito o fracaso de una persona.
No debemos olvidar que el valor de nuestro tiempo profesional será tasado por el mercado de clientes de acuerdo con la mejor utilidad (valor) que le ofrezcamos a quienes deseen contratarnos. Por lo que nuestras expectativas de obtener un mayor precio de comercialización deberán ser analizadas con mucha realidad y solo las opciones de la propia especialización nos darán las ventajas. Inclusive cuando lleguen los tiempos de senectud tendremos que saber legar y proteger su valor para el bienestar propio y de nuestra familia. Toda persona que se aprecie, sea inteligente y con personalidad formal tendría que conocer cuál es valor real de su tiempo desde la perspectiva del cliente y saber justipreciar el manejo del mismo, tanto para saberlo aprovechar como tiempo personal y comercializarlo como tiempo profesional; y no desperdiciarlo, ni utilizarlo de forma desequilibrada.